Oleo, 1,821 x
Este sobrecogedor drama pictórico es una de las obras más famosas del pintor norteamericano John Singleton Copley. Esta obra la hizo por encargo de un amigo suyo, Brook Watson, un hombre acaudalado, que de joven, como muchos otros huérfanos, sirvió en la armada inglesa. Cuando el barco en el que servía ancló en
John Singleton fue un gran retratista. Dejando a un lado lo anecdótico, el autor es un maestro a la hora de captar expresiones, sentimientos y actitudes: Prestos a ofrecerle ayuda, los camaradas de Watson, manifiestan distintas reacciones que van del heroísmo al terror. Watson no llega a alcanzar la cuerda que le lanza un indio de las Antillas. Mientras tanto, un arponeador con el bichero preparado para el ataque, apunta al tiburón. Copley agrupó a los rescatadores en una composición triángular que impresiona por su dinamismo.
Brook Watson legó la pintura a un orfanato de Londres para transmitir el mensaje alentador de que cualquier persona puede triunfar por medio del “trabajo y del esfuerzo,” como reza la placa biográfica del marco original. A pesar de ser huérfano e incapacitado, a Watson se le ennobleció con el título de Baronet. La representación de un acontecimiento importante en la vida de una persona corriente fue una innovación americana. Los pintores europeos limitaban tales escenas desgarradoras para los martirios de los santos. La sensación que causó este lienzo singular, le aseguró a Copley fama internacional a partir de su exposición en
Personalmente, la contemplación de esta pintura se llevó largos minutos de mi infancia… volvía una y otra vez a ella. Me fascinaban las actitudes, y el desamparo del protagonista frente al tiburón (el que se acentúa con su desnudez). También me cautivaba lo extraño del animal en el agua. Todavía me sorprende cuando nos encontramos frente a frente.
John Singleton Copley
(Norteamericano, 1738–1815)
John Singleton Copley, el artista más destacado de
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