domingo, 21 de octubre de 2007

Lycaon


Hace mucho tiempo atrás vi un documental en que mostraban las aventuras y desventuras de los perros salvajes africanos (lycaon pictus). No tenían ninguna importancia en mi vida, a pesar de mi amor a los perros, pero la visión del documental me hizo contener la respiración, no fui capaz de cerrar los ojos, me convertí en una voraz espectadora de una pequeña parte de todas las maravillas que encierra el mundo animal.

El grupo de perros que fue filmado, y seguido durante meses, era numeroso (unos 40). Mientras los estaban filmando, comenzaron a enfermar. Resulta que producto de la introducción de especies foráneas, tienden a introducirse también enfermedades foráneas, enfermedades que muchas veces son relativamente benignas para las especies exóticas, pero terriblemente destructivas para las nativas….este fue el caso del moquillo del perro común.

Los lycaones son seres completamente dependientes unos de otros, desarrollan relaciones muy estrechas, comparten las tareas de cuidado y alimentación de sus crías, hasta tal punto que salen a cazar y regurgitan la comida para ser compartida entre los demás.


Cuando se dieron cuenta que algunos de sus pares estaban enfermos, se acercaron a ayudarlos de la única forma que conocían, lamiéndolos. Por supuesto, sin darse cuenta de que con eso hacían más eficaz la transmisión del virus… Comenzaron a caer uno tras otro….

Los científicos y documentalistas que los seguían atentamente no querían intervenir en el curso natural de las cosas. Su participación se detonó cuando más del 50% de los lycaones murió… Cuan injusto es que paguen seres inocentes por la ignorancia de los hombres! Bajaron de sus vehículos y tomaron a uno de los moribundos, le dieron todos los cuidados a su alcance: suero, medicinas, amor. Mientras tanto, el resto de la manada no se alejaba del bus en el que estaban seguros tenían cautivo a su camarada. Pasaron unos días y el lycaon se recuperó y fue puesto en libertad….

Nunca antes había sido testigo de una mayor manifestación de alegría. Los que estaban afuera expectantes por tener noticias de su compañero de juegos y de vida, los que estaban confusos y anquilosados, los sobrevivientes de una larga agonía, comenzaron a brincar, no uno, sino dos metros en el aire… yo sentí sus risas, su entrega y su cariño, se lamían, jugaban, corrían y volvían a brincar. Su compañero no sólo había vuelto, estaba sano y jugaba con ellos.

Con ello mi pecho estalló, me enamoré perdidamente de estos animales…. Hay muchos otros que ocupan un enorme espacio en mi corazón, pero los lycaones dejaron la mayor impronta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Lycaon pictus es un animal que no abandona a ningun ser de su camada aunque se encuentre en mal estado, ellos les introducen en el nido para que se encarge del cuidado de las crias mientras se recupera, el lycaon herido es alimentado hasta su mejoria, estos animales no son nada egoistas, y es fácil enamorarse de ellos.

Victoria dijo...

definitivamente!
gracias por tu complemento!

Anónimo dijo...

Hola, llevo buscando ese documental desde hace meses, podrías decirme como se llama? tengo muchas ganas de volver a verlo!!

Victoria dijo...

Hola
estuve buscando, pero sólo encontré artículos científicos....
creo que debes hacer tu búsqueda en inglés. Las palabras claves son african wild dogs y distemper
suerte! y si lo encuentras me avisas ;-)
a mí también me encantaría volver a ver ese documental